jueves, 22 de febrero de 2007

¿Por qué nos gustan algunas enseñanzas pero no las ponemos en práctica?

Siempre están los típicos refranes populares, dichos o enseñanzas orientales que nos encantan porque vemos en ellos una gran verdad. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho y rara vez nos tomamos en serio esas cosas.

Hoy he recibido uno que me ha encantado. De hecho creo que estoy un poquito más cerca ahora que hace dos años de separarme de la humanidad que aquí se retrata.

Una vez le preguntaron a Buda que es lo que más le sorprendía del hombre, y respondió:

Que pierden la salud para juntar dinero y luego pierden el dinero para recuperar la salud y por pensar en el futuro, olvidan el presente de tal forma que acaban por no vivir ni el presente ni el futuro, viven como si nunca fuesen a morir y mueren como si nunca hubieran vivido.

No he encontrado la fuente de esta cita, pero lo que dice es igualmente interesante. ¿Cuál es el sentido de la vida sino disfrutarla día a día? Ni siquiera esperar a los fines de semana, cada día.

También hay un par de ellas que trato de tener muy presentes:

La caminata más grande empieza con un paso.

Creo que esto también es un proverbio indio o chino, oriental en cualquier caso. Y esta necesito repetírmela cada día para emprender tareas difíciles. Cada segundo que pasa creo más que somos capaces de hacer cualquier cosa que nos propongamos. Solo hay que empezar despacito y con ganas.

El cerebro no es un vaso por llenar sino una lámpara por encender.

Esta es de Plutarco y me recuerda que por más que lea los botes de gel y champú cuando estoy en el baño (qué costumbre más curiosa, por otro lado), no vale de mucho. Se trata de aprender siendo crítico y recapacitando sobre lo que se lee, lo que se escucha, lo que se siente.

No hay comentarios: